El acero se obtiene a partir del producto de alto horno,
el arrabio líquido, en los convertidores o en otros hornos que trabajan con
carga líquida dentro de la misma instalación industrial. El arrabio, lingote de
horno alto o lingote de hierro, pues de estas maneras suele denominarse, es
frágil y poco resistente. Su composición, que es distinta según la procedencia
del mineral de hierro, está constituida por un elevado tanto por ciento de
carbono ( 4-5%) y otras impurezas como azufre, fósforo, silicio, manganeso,
etc. Se transforma en acero mediante un proceso de descarburación y regulación
de las otras impurezas. Existen, además, otros procedimientos que permiten
obtener directamente acero partiendo del mineral sin pasar por el arrabio.
Aunque su desarrollo ha sido y es muy limitado, se pueden citar como métodos
más importantes: Hoganäs, Norsk-Staal, Krupp-Renn, afino sólido, etc. El
procedimiento de la forja catalana respondía a este último tipo de obtención:
el hierro se reducía con carbón vegetal formando fundición, la cual, en la
parte más caliente del horno, se transformaba en acero. romo, molibdeno y
vanadio.
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